EL ÁRBOL DEL MUERTO
Encuentros Paranormales
Una noche que llegué de casa de mi novia, mientras recordaba sus dulces caricias, al calor de su cuerpo caminaba con la imagen de su rostro, el sabor de sus labios el olor de su esencia. Cuando eres joven y muestras tu afecto a la persona amada el tiempo es relativo, una hora se convierte en un minuto y esos minutos vuelan como gaviotas sobre el mar. Justo esa sensación de tranquilidad que te brinda el sabor salado del mar es lo que sentía con mi novia. Por desgracia el tiempo es inexorable y sin importar lo que hagas este corre irremisiblemente. Cuando vi el reloj de mi teléfono celular noté que pasaban de las 10 de la noche, asustado como un ratón que están apunto de pisar, me levanté de la cama y me vestí en tiempo récord, la parte mas difícil fue separarme de ella, pues no me dejaba partir y menos al verla acostada con toda disposición de continuar amándonos.
Cuando caminé sobre la penumbra de las calles se respiraba una radical diferencia de las sábanas de Esther al frío de la noche, continué por las calles para tomar un camión, aunque tardó finalmente llegó el que esperaba desde la parada, es bueno sentir algo de compañía aunque sea de gente desconocida, no falta alguno que te haga la platica mientras llegas a tu destino. Cuando llegué al mio no recordaba que este camión me dejaba a cuatro cuadras de mi casa, así que tuve que caminar por esas cuadras irreconocibles en la noche, se escuchaba el ruido de los perros ladrando como aullidos de lobo frente a la luna; el sonido de las ramas que chocaban entre ellas como producto del viento silvante. Pero algo llamó mi atención, detrás de un árbol se distinguió un destello por lo que no pude evitar acercarme, en cuanto lo hice se escuchó un alarido muy similar a un quejido de dolor, pero no había nadie. Me asusté tanto que corrí a gran velocidad, llegando a mi casa, para mi sorpresa no estaba solo, mi madre se encontraba sentada en el sillón tomando café con semblante molestó, tras un buen regaño se dio cuenta que llegué asustado, me preguntó si me habían asaltado, entonces le relaté lo del árbol, ella con la baja guardia me contó que hace muchos años una persona había fallecido, en circunstancias desconocidas, pero siempre que alguien pasa por ese árbol se escuchan quejidos.

Comentarios
Publicar un comentario