La ludopatía es un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológica e incontrolable a jugar y apostar en un casino u otro sistema de apuestas, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.[1] Aunque en anteriores ediciones del manual diagnóstico DSM había sido clasificado como un trastorno del control de los impulsos, ha sido conceptualizado y tratado como una adicción sin sustancia, hasta que en el DSM-V ha sido incluido finalmente dentro de la categoría de "Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos".
La ludopatía se caracteriza por la dificultad para controlar los impulsos. Tiende a manifestarse en la práctica compulsiva de uno o más juegos de azar. Puede afectar la vida diaria del adicto, de tal forma que la familia, el sexo o incluso la alimentación pasa a ser algo secundario. Por ello, no se le debe de confundir con un vicio, ya que la ludopatía es una grave enfermedad crónica, una adicción.
Sintomas
- Preocupación. El sujeto tiene pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.
- Tolerancia. Como en el caso de la tolerancia a las drogas, el sujeto requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
- Abstinencia. Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.
- Evasión. El sujeto juega para mejorar su estado de ánimo o evadirse de los problemas.
- Revancha. El sujeto intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
- Mentiras. El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.
- Pérdida del control. La persona ha intentado sin éxito reducir el juego.
- Actos ilegales. La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.
- Arriesgar relaciones significativas. La persona continúa jugando a pesar de que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.
- Recursos ajenos. La persona recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego.
LA LEYENDA DEL NAHUAL
Esta es una de esas leyendas mexicanas tradicionales que se ha escuchado desde hace muchos años y probablemente sea un mito.
Una noche un grupo de cazadores marchaba en busca de alguna presa en los bosques de Chiautempan Tlaxcala, apenas se podía escucha el ruido de los arboles.
Inmediatamente, a lo lejos se percataron que había una figura de un enorme perro negro.
Este los miraba fijamente, así que decidieron acercarse para poderlo capturar.
Pero cuando ya estaban a casi 2 metros de él, este comenzó a ladrar y a mostrar los dientes.
Por ello los cazadores con miedo le dispararon en una pata y el perro salió huyendo.
Los hombres siguieron su camino hasta que se encontraron con una cabaña alumbrada en medio del bosque, llamaron a la puerta para alertar la existencia de un perro salvaje.
Se percataron que en la cabaña solo estaba un campesino que los invito a pasar.
Los cazadores le preguntaron si vio al perro, pero este estaba limpiándose una herida en la pierna.
Ya que no recibieron una respuesta decidieron marcharse y fue así como llegaron a una taberna.
Datos que sorprenden de las leyendas cortas mexicanas
En donde le contaron todo lo que paso al tabernero y este les dio una explicación a todo eso.
Ciertamente les que el perro era el campesino que se habían encontrado, pero debido a que vendió su alma al diablo para poder robar grandes riquezas lo hace ser muy peligro.
El tabernero les aconsejo que siempre lleven crucifijos y un cinturón de piel de víbora.
Para que el nahual se pueda volver a transformar en humano y no pueda atacar. ¡De miedo las leyendas mexicanas cortas!
¿Cómo se puede combatir un nahual? Debes de salir a buscarlo en la noche y cada 15 pasos que des deja caer un crucifijo, después de hacer lo mismo 3 veces dispárale.
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